martes, 21 de agosto de 2012

Tú contra El Mundo

Dicen que viajabas solo, que solo buscabas hacer de este mundo un lugar mejor.
Te tildaban de loco, de impertinente, inoportuno.
Tú solo escapabas, solo galopabas, corrías con el pelo al viento, con un coraje salvaje, eras otro más que pasó sin pena ni gloria por un mundo que ahora - ni nunca- se va a detener por nadie.

Tu padre era el sol, tu madre la luna, tus hermanos el viento, la lluvia, la tierra y el fuego.
Tu única raza era la humana, ¿pero como ser humano si "humanizar" es arrasar, devastar, asesinar y corromper?

Querías ser distinto... al final siempre fuiste parte del montón.

El mismo montón que se mata entre iguales, que asesina en el nombre de un credo, un estatus, una raza, un título o un país.

Pero no, nunca dejarás de decirte a ti mismo "
yo soy", es que al final es cierto... no importa de donde vengas, cuales sean tus credenciales, de quien seas hijo, nieto, ahijado.
Eres
Soy.

Resiste que algún día habrá equidad, algún día seremos libres, ¿pero que tan libre puedo ser si mi propia libertad corrompe la de otros? ¿Y si no vivo para ver aquel día, de que me sirve vivir soñando?


La vida es una paradoja, si elijo vivir en sociedad, debo agachar la cabeza y tragarme un montón de mierda.

Si quiero ser libre lo más probable es que pase a llevar a otros que poco o nada tienen de sufrir las consecuencias de mis actos libertarios... seré llamado loco, rebelde y seré calificado de "peligroso", cuando  lo único peligroso que tiene la vida son los extremos, hacer mucho/poco lo que otros/yo dicen/digo.


Somos únicos, y finalmente siempre estamos solos.

¡Levántate!, y levántate solo, ya que nadie más lo hará por ti.

¡¡Inicia una revolución!! y que empiece con eliminar tus prejuicios, tus ataduras, tus odios, y ahí, detente, ya habrás hecho de este mundo un lugar mejor.

La vida está llena de matices.

El bien y el mal conviven juntos, solo dentro de nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario