jueves, 21 de mayo de 2015

Il Cuore

El corazón no entiende razones, porque la mente no quiere ya pensar,
rendida perdió la batalla, en que nunca quiso participar.
Lo hizo por cortesía,  pues quería al grito, pero el grito, si bien es fuerte su carácter obstinado es pues se parece mucho al corazón.

... El corazón lleva años sin ver a la locura,
quien a su vez odia de muerte al corazón.

Ella no conoce al grito, y odia lo que representa el corazón.
Odia su sombra, su esencia,  y espera nada de nadie, porque solo un ángel con las alas rotas sabe lo que es caer realmente.

Por otro lado las alas intentan largar del suelo, son ellas, ligeras y presurosas, quienes no logran encontrar cordura de entre los latidos del corazón y el grito, pero es inútil,  ya no son necesarias, desmembradas, sanguinolentas y vulnerables han caido en desgracia.

¿De qué sirve volar si nada controla la caída?

viernes, 1 de mayo de 2015

Ataner.Dark

Sé  que cuando dije que eras mía, era más por negación de un niño obstinado que de un hombre maduro el hecho de que te me fueras a diluir con el tiempo, tal vez meses, quizás años.

Y si... fueron casi dos años los que estuviste ahí. Dos años en que te di lo que en ese tiempo pensé era lo mejor que tenía  para ofrecer (y cuán equivocado estaba).

Dos años que marcaron mi vida para siempre,
puesto que en ti fijé la búsqueda del resto de mujeres con las que he estado quienes cambiaron mi vida,
ya sea modificando mi personalidad por ensayo/error, o simplemente siendo lo que yo no quería. Convirtiéndome con esto en alguien que no era la esencia de Daniel y que finalmente hicieron resurgir mi apaleada personalidad. 

Para convertirme en lo que hoy soy.
Un imbécil.
Un imbécil que te extraña, que sabe que no te tendrá, que difícilmente te verá, y que ciertamente no quieres volver a ver.

Tu fuiste el Alfa, yo el Omega.
Tu Eva, yo Adán

Y aquel amor, la serpiente que finalmente ganó, pues la carne es débil, trémula y obsecuente
Aquellas que me marcaron a fuego, tinta, sangre, lágrimas o sudor
Ellas, todas...
Calaron hondo en mi cuerpo, mente, alma o corazón.

Y es de ellas que salió el Daniel actual.

De cuatro de ellas te diria... ¿O de todas juntas al mismo tiempo?

... Caí.
Caí entre tus brazos, pequeño, obsoleto y desechado por tu consorte.
Te juro que algún día, te tendré frente a mí,
dejaré caer ante ti mi cuerpo, abriré los brazos,
y como si de un asunto de vida o muerte se tratara, me arrodillaré rogando por tu perdón. Porque supongo alguna cosa demasiado mala debo haber hecho... aunque a ciencia cierta no lo se. Y menos aún si me evitas para hablar de ello.

Y entre vapuleos, tal vez sollozos, y seguramente muchísimas inseguridades pediré por tu perdón como si de evitar una catástrofe se tratara el asunto.

Creo que te hice tanto daño...
¿Será  por eso Renata que me evitas?
¿Será por eso que me odias?
¿Seré un reflejo de todo aquello que odias?
¿Aceptarías mis disculpas si no tengo idea que hice mal?
Si aquello tan perverso que dices hice, no fue para mi más que un rol.
¿Aceptarías hablar conmigo si te dijera que no te extraño, no te quiero de vuelta y no espero nada más que una conversación de adultos honesta  y sincera entre los dos?

... Pero no puedo mentirme así , ni quiero mentirte a ti.
Si, te extraño, si. 

Te quiero de vuelta, (pero como te recuerdo, y esa persona ya no existe. Diluyó hacia la adultez. Y yo también fui fugaz pasajero hacia quien hoy soy)

Me hace falta una mujer con tus rasgos... tierna, tranquila, sociable, segura, sexualmente recíproca, de cuerpo normal, libido anormal, voz clerical y sentimientos puros, brutos y chocantes por nombrarlos de alguna forma.

Chocantes, como la rasante mirada que tenías  al llegar al orgasmo.
Fulgente como cuando se te metía una idea en la cabeza.
Sagaz como verte ganar aquella corona.
Temible como enfrentarte cuando estabas molesta.
Bella como tu risa inocente y tu cabello imperturbable.
Débil como recordar a aquellos caídos por la vida misma.
Frágil cual cristal de la piedra mas fina.
Tierna como ese suspiro que pegabas cuando dormias en mi pecho.
Inestable como tu dormir a sobresaltos entre las sábanas de aquél primer lecho que vio tu cuerpo desnudo junto al mío.

... Desgarrador, como tus gritos desconsolados cuando encontramos a Felipe inerte e ido.
... Nunca en vida olvidaré aquellos gritos.
Me dijeron que me fuera.
Que desvaneciera, que es lo que "ellos hubieran hecho", pero quien me conozca sabe que no huyo de los problemas.

Si hay algo que me caracteriza es la confrontación.

Fuiste parte integral de mi personalidad.

Me diste carácter.
... Y mierda que te salió bien.
Te estaré siempre esperando en silencio, y aunque mi boca, mi cuerpo, mi cabeza y mis palabras digan "no", quiero que sepas tres cosas:

- Que desde el centro de mi corazón, (según te recuerdo) te amo, y siempre te amaré.

- Lamento todos los problemas que te traje, el dolor que te causé y las lágrimas derramadas (no las merecía)

- Me duele haberte perdido, pero más  me duele no saber nada de ti (espero en ese caso disfrutes esta amarga letanía escrita en tu nombre, ten por seguro que no será la última).

Cuídate.
Somos todos únicos e irremplazables.
Pero tú... no hay dos siquiera parecidas.

I ♥'d R -But then I grew up-.