lunes, 22 de octubre de 2018

Apagarse.

A veces quedan ganas,
quedan ideas,
queda ímpetu...
Queda coraje
queda tesón
anhelos
y fuerza para seguir.

Pero aunque uno no lo quiera,
la marea siempre gana.

No puedes nadar solo,
un sólo hombre,
con la ayuda de nadie,
puede purgar sus demonios más allá de lo que su propio criterio,
le indique que necesita ayuda.

Veremos cuánto va el cántaro al agua antes de romperse,

Aunque éste ya se fisuró,
y lo han reparado con bronce, porque para oro no alcanza,
pues ya saben que volverá a romperse...

Esta vez, en mi pedazos.