martes, 9 de octubre de 2012

Sueños, miedos y esperanzas


Alguna vez soñé un corazón. Lo contuve, lo poseí, intentamos ser un solo corazón aquel cuerpo y el mío, vimos noches hacerse día y días desvanecerse en noches. Todo estuvo bien, pero era lineal. El mismo cuerpo, las mismas sonrisas, emociones que no eran sanas, forjadas en el dolor de una familia, en el egoísmo de algunas personas por sobre las necesidades de otras o en la mediocridad de algunos individuos en el confort de lo que ya conoce. Al final, en una relación de dos, si se busca de a uno, se encontrará solo, lo que solamente uno anda buscando.


Recuerdo ciertas escenas con personas que solo con el tiempo pude comprender.
Recuerdo haber visto ya aquel lugar que llamas hogar, recuerdo haber visto algunas personas, imagino y vislumbro personas, momentos, lugares y palabras. Incluso recuerdo aromas, ropas, climas, colores y emociones.


La primera vez fue hace unos siete años atrás, cuando al final de un extraño día, mi mente descansaba del ajetreo, del movimiento... descansaba de la ciudad.
Era un ser, una esencia, una forma de vestir, de actuar y de vivir, que me resultaba incomoda, frágil, familiar y a la vez desconocida. Era un cuerpo como nunca antes había visto, un cuerpo distinto. Femenino, pero a la vez reconocible, y yo, hasta hace un tiempo, no pudiera haber estado más confundido... solo el tiempo logró hacerme ver quién era, qué hacía y cuanto me afectaría su presencia - o ausencia- en el día a día.


Mar. De agua, de arena, De almas.
La mente divaga y difiere... suele fallar cuando esperamos que no lo haga. Juega trucos con el camino cuando lo único que buscamos es caminar en linea recta, es extraño el sentimiento, esas ganas de ser y pertenecer, de buscar entre un montón de gente a esa persona que te complete, que sea necesaria - que uno la haga necesaria-. Dormir, despertar, alimentarse, soñar, ilusionarse, evolucionar juntos, complementar, amar, criar, creer... crear. 

Reproducción, simple, básica, inherente al hombre y disfrazarla con aquella utopía que decidimos llamar amor, que no es más que monogamia. Costumbrismo, la autosaturación voluntaria y consciente del sistema endocrino sacrificando la ilusión del macho indomable tan prostituida con los medios de comunicación actuales, para remplazarla con algo bastante más anormal, pero más llenador a fin de cuentas... el cese del descubrimiento sexual irresponsable, en pos de la renovación emocional, sensorial, psíquica, física y finalmente social.

Y es que: ¿Qué somos si no somos sociales? 
Seremos simples animales.


Y este animal se niega ser humano. Es por eso que estas anteriores palabras se convertirán en el preámbulo y la justificación de todo lo que escribiré a continuación. Sabiendo que he soñado personas, momentos, y sobretodo... emociones, más no son las emociones las que me perturban, son las personas que habitan los sueños para crear esas emociones y momentos invaluables - pero a la vez confusos-. 

Recuerdo soñar(te) alguna vez, haber perseguido tu cuerpo, por sobre las montañas, escalando cerros, remando mares solo por ver tu rostro, corriendo, días y noches interminables buscando(te) queriendo tu cuerpo, buscando tus besos... convirtiéndote en diosa, única e irremplazable.

Es que si tu eras noche, yo tenía que estar de día, y a donde quisiera seguirte, tu ya no estabas, eras, eres y serás siempre nómada... y eso me encanta de ti.

Vi grandes desiertos devastados por la lluvia, vi ráfagas interminables de balas surcando los cielos buscando carne fresca que dañar. Quise olvidar, pero todo lo que tenía sentido hace un tiempo, lo empezó a tener poco tiempo atrás. 

Entre todos mis avistamientos vi también tu sonrisa, de perfil, delicada y pequeña. Quise seguirte, pero cuando me decidí hacerlo, tu ya habías desaparecido entre esas dos grandes ventanas de marco blanco.
Pasaron los días desde que te soñé aquella vez, pasaron personas, que recién hoy tienen cierta relevancia, pasaron, miedos, colores, olores y molestias.

Un año más tarde, vi tu rostro tras un mostrador, te veías pequeña, casi invisible, te sonreí, me detuve enfrente tuyo, con barba, de negro, piercings y medio distante,  alegraste mi día, y yo, no dejaba de pensar en aquella niña que tras sus propias ventanas de marco blanco hablaba tan despacio que necesitaba acercarme y preguntar más. Al final solo te pregunté donde estaba el baño, yo iba a la sala 8, entré, intenté ver la película, pero solamente pensaba en su forma, su pelo, negro como la noche, su piel color canela, su rostro, fino y casi inexpresivo y su voz, dulce, suave, como si del canto de las sirenas yo hubiera sido encantado. Finalmente decidí salir... habían pasado diez minutos, pero para mi, parecía una eternidad.

Decidí entonces sentarme entre la multitud, y ahí, solo y con la cola entre las piernas, te observé durante algunos minutos. Te llamaron, saliste del mostrador, y al ver que tras veinte minutos no regresabas, decidí dejar mi puesto de observador y dejar de pensar en tonteras... "el mundo es de los que viven, no de los que sueñan" me dije.

Pasaron dos días exactamente, y me llamaron, seguí los conductos regulares, y te convertiste en personaje... tenía miedo - aún lo tengo-. Yo no te conocía y tu a mi tampoco, pero necesitaba saber si realmente pudieras ser tú, la que me da vida cuando debería descansar de la que tengo.

... Empecé a trabajar entonces, me mantuve imperturbable durante un par de semanas... te veía, en silencio y con algo de temor, quería hablarte, pero no encontraba el momento, el lugar, ni la forma de hacerlo... estaba todo tan fácil, pero siempre me han gustado los desafíos.

Entonces y con algo de esperanza, decidí buscarte en internet... si quería cautivarte tenía que saber más de ti, y lo intenté... te busqué. No te encontré, finalmente me encontraste tu, pero como no habían fotos y yo aún no me sabía tu nombre, nada sabía bien de aquella "Jaquie Coo", lo raro es que te seguía soñando, te seguía queriendo a mi lado, como amiga o lo que fuera... los personajes siempre calzan a la perfección, el problema es que a veces confundo el rol que tienen...

Un día me tocó copería, y apareciste por un fugaz momento... yo, entre envalentonado y medio eufórico, intenté decirte lo que pensaba, finalmente lo único que salió de mi boca, fue un "¿Te puedo decir algo?", Si - dijiste-, "Tienes una voz preciosa"... te notaste incómoda, temerosa, y saliste por aquellas oscuras puertas, "la cagué" dije, pero hiciste algo que ninguno de los dos había hecho antes... me hablaste por mensajería instantánea,  ahí entendí al final quien era aquella misteriosa persona. Hablamos durante horas, y nos despedimos cordialmente, nada raro - pensaba yo entonces-, sin saber que viniendo de alguien reservado, esa conversación lo cambiaría todo.

... Hablamos de afectos, de amor, de amistades y de estudios.
Ese día en la noche, tu saliste a fumar, yo pedí break altiro al ver que tu no estabas... decidí seguirte, decidí, hacerte saber que me resultabas extraña, pero al final solo decidí conocerte mejor... hablamos, el tiempo pasó rápido, y me decidí a preguntarte por una película.

Habiéndome informado de la película, decidí invitarte a salir... nada raro, solo dos compañeros de trabajo viendo un largometraje. Fuimos a otro cine, uno donde pudiéramos ir sin ser hostigados.
Vimos la película, y yo, cada 15 minutos te miraba de reojo. Te quería abrazar... te dio frío así que decidí darte mi chaqueta - hasta el día de hoy agradezco el aire acondicionado del lugar-.
Salimos de la película, y fuimos a fumar, nos sentamos en unas escaleras, y conversamos de la vida... inseguridades, miedos, temores, decepciones y gustos. Tópicos raros para una primera salida de compañeros de trabajo. Y entre todas las emociones juntas... decidí armarme de valor, cambiar drásticamente el tema, y decirte simplemente "¿Te puedo decir algo que ya no quiero guardarme?... pero no te lo tomes a mal, no soy ningún psicópata, aunque no me conozcas del todo". Asentiste, y simplemente dije lo que sentía, "Me gustas", y prefiero que lo escuches de mi que de alguno de los compañeros del trabajo. Estabas extraña... no te veías incomoda, sonreíste, y dijiste, "Tu me gustas un poco".

Cambiamos de lugar, y fuimos donde hiciera menos frío, nos movimos un par de metros, y sentados... me pediste un abrazo. Te abracé... y no era la primera vez. No se sentía como la primera vez.

Esa noche soñé con un beso, un beso de la niña de pelo negro azabache. 
Bermellón tu presencia sin que lo supieras.

Pasaron los días, y en una reunión social, hablamos por un rato... luego el rato se convirtió en momento, el momento en tiempo, y el tiempo en ilusión. Luego de perseguirnos un tiempo, decidimos, salir y estar en un lugar más tranquilo... eso no resultó del todo bien, pero tuviste una idea - maravillosa idea- y decidimos ir al patio de adelante de la casa en que estábamos, finalmente pasó... nuestros cuerpos se abrazaron, nos besamos. Nos fuimos, caminamos, sonreímos, y vimos en amanecer juntos... y el azabache se hizo de día, pero tu seguías siendo del color de la noche.

Dormimos juntos, nos besamos, te abracé y no quería dejarte ir, tuve que hacerlo, estuve como zombie, pero todo valió la pena... estaba en camino a saber si correrías o no. Y no corriste -  aún no lo haces y espero no lo hagas del todo-. Así empezó una extraña relación... llena de "Deja Vú", momentos, personas, emociones, colores... Y todo ha sido extraño.


Estabas ahí cuando vimos juntos el amanecer
Estabas ahí cuando despertamos juntos y te vi dormir.
Estabas ahí cuando conociste a quien me dio vida.
Estabas ahí cuando caminamos por el Barrio Lastarria.
Estabas ahí cuando nuestros cuerpos se conocieron.
Estabas ahí cuando el mar inundó mi cama.
Estabas ahí cuando el viento te llevó lejos.
Estabas ahí cuando en el suelo no caminabas.
Estabas ahí cuando yo tu estomago acariciaba.
Estabas ahí cuando incluso me fumé un habano.
Estabas ahí cuando se escucharon disparos.
Estabas ahí cuando vimos aquella tortuga.
Estabas ahí cuando bebimos agua con hojas de lechuga.
Estabas ahí cuando me desvelé pensándote.
Estabas ahí cuando yo sabía algo que tu aún no.
Estabas ahí cuando ayer te dije lo que siento.

¿Estarás ahí cuando te diga? "Te necesito, quédate conmigo".
¿Estaré ahí si lo dices tu?.
Si




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"Para levantar una carga muy pesada,
es preciso conocer su centro.
Así, para que los hombres puedan embellecer
sus almas,
es necesario que conozcan su naturaleza".
Egonáutica

jueves, 4 de octubre de 2012

Sometimes

Although everything good and despite all the good memories and feelings you have... you have to stand up for yourself, and if you feel scattered, and neglected, say "It's enough" and let some people go.

... All I'm asking is some equity.

In the end, it's always harder for the one who stays rather than the one who's gone.

... In the end, if some things doesn't happen, I'll just have to let some people go.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Non, je ne regrette rien

Eres bálsamo sanador, fuente de agua pura que alimenta mis sentidos
traes en mi emociones que solamente tu puedes verbalizar.

... Tal vez suene a poco, pero de pocos es el reino de los cielos.
Hoy, entre tus brazos, gracias a esos labios y tu cuerpo
solo yo puedo conocer que tan afortunado es aquel que hace merito.

Benditos sean tus padres, por haberte dado vida,
y benditas tus manos al acariciar mi cuerpo,
sagradas serán tus palabras, hermoso este sentimiento,
eres sin duda alguna, un milagro de los cielos.


Por ti movería montañas, de odio, y de desenfreno,
más quiero que sepas hoy que de vivir sin ti yo tiemblo.

Eres manto sagrado, el alfa, el beta, el gamma,
eres sin lugar a dudas a quien quiero ver en mi almohada.

Solo te pido cariño, que si cesa este sentimiento, me lo digas frente a frente, y evitemos el sufrimiento.
¿Cuando te volviste necesaria?, eres agua. Eres cascada.

Esa agua que tanto añoras, cuando solo y entre sombras tu cuerpo mora
ese aire que sana y cicatriza heridas... eres lagrima, eres brisa.

Eres Sol, sabiduría, y justicia.

Eres brisa, eres canto, eres alegría e incluso fuiste llanto.

Fuiste llamas, y fuiste lluvia,
fuiste truenos y también polvo.

Eres...

Eres frágil
eres sincera
eres básica (básicamente ininteligible para mi).

Fiera como el león, pero calma como un gatito.

Bella.
Grácil.
Intensa.

... Ineludible.