jueves, 25 de febrero de 2016

Februarius

De encuentros, de reconexiones y extraños sentires.

Pasa el tiempo, pasan los años... pasan las personas y pasan los momentos...
y te ves por situaciones de la vida de cada uno, caminando en distintas direcciones de la vida de cada uno, mientras unos caminan solos, otros lo hacen acompañados.

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... Terminan algunas relaciones, empiezan otras y te preguntas ¿estará bien ella?
¿Será feliz?
Y como no te compete realmente reintroducirte en su vida, se saludan, intercambian algunas palabras y cada uno sigue su camino...
¡Cuántas ganas de saber de ti!, ¿Cuántas maneras de decirte no te extraño?, pero sin embargo a mi vida le hace falta tu locura... tu nicotina, y esa alegría irresponsable que tenías en la cama.
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Por otro lado vuelven ciertas personas a tu vida... vuelven las emociones, vuelven los consejos, y vuelven esas ganas de decirte ¿y qué hubiera pasado si hubiéramos sido uno, tu+yo?
Pero las cosas por algo pasan, la gente por algo no es parte de tu presente-futuro, sino más bien de tu pasado-presente.

Al menos quedamos en juntarnos cada vez que sientas pena... y ofrecerte en unos minutos de vida lo que no nos ofrecimos en el pasado, esperando fuera la vida entera.
Y es que te entiendo... comprendo tu inestabilidad emocional.
Comprendo tus inseguridades.
Entiendo también tus ganas de borrar tu mente...
Y de cierta manera la comparto, pero es quién eres tu el día de hoy y quien soy yo al escribir estas palabras el mejor reflejo de lo que debemos ser, de quienes ya sea por esfuerzo, miedo, obstinación, omisión o tal vez todas las anteriores, han forjado nuestros caracteres, y con ello han creado dos individuos completamente distintos, pero que por medio de una "amistad" hemos perseverado al paso de los tiempos, las personas y las situaciones.

Y nos mantenemos en contacto, continuamos en preocupación el uno por el otro de manera recíproca.
Extraña, medio deforme, pero presente de alguna forma.

Mejor sola que mal acompañada -recuérdalo-.
Y por medio de estas palabras de alguna manera si puedo expresarte mi sentir, ten en cuenta que conmigo tienes un amigo en quien confiar.
Así como yo también tengo claro que tengo un hombro en quien apoyarme para cuando lo necesite.

Y si caes, yo te levanto...
Pues aún cuando el eterno día naranjo a veces se oscurezca con los arreboles, "Post tenebras spero lucem" (espero a la luz después de la oscuridad).

Y recuerda... aquella oscuridad, se encuentra solamente entre tus pensamientos, omisiones, inseguridades y preocupaciones.

Y yo... yo estaré para prender una vela, cuando treinta días de noche, nublen tu eterno día naranjo, que alguna vez fue treinta días de luz.

Te quiero.