jueves, 20 de junio de 2024

Creí que había olvidado.

Pequeña limpieza de archivos en mis discos duros de respaldo, (esos encriptados), y aún no logro borrar de mi memoria esos pequeños recuerdos que luché tanto por olvidar.

Recuerdo aún el olor a hierro denso, pólvora negra y sulfuro. 
Cuatro fotos, del hombre que quise ser, y me percaté a tiempo, que no valía la pena el sacrificio en el cuerpo.

Que el dinero, por bueno que fuera, no valía los ataques de pánico, la adrenalina y la experiencia de otros, que aún más quebrados que yo, carecían de ese brillo y voluntad de vivir que caracteriza a aquellos que viven sin el incesante miedo a dejar de ser.

Dañé, pero sobreviví a aquel que pudieron hacerme otros...
A costas justamente, del bienestar de estos otros.

Las heridas quedan en la psiquis, casi ninguna en el cuerpo, pero supieron marcar a capa y espada mi actual personalidad y temple.

Que ya no esté con ustedes no quiere decir que los haya olvidado.


Ahora solo queda el recuerdo de esa foto digital en papel análogo para el recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario