Suena: VNV Nation - Control.
Irreversibles, las ganas de volver a sentir el abrazo de quienes nos dejaron.
De volver a unirnos, en una conversación de sobremesa que no termine en nada concreto, solo un intercambio de ideas, de experiencias y conocimientos obtenidos del tiempo en esta tierra que nos oxida junto a ella.
Podríamos,
podríamos elegir vivir todo esto solos.
Podríamos elegir tener el brío que tuvimos cuando niños, para vivir inalterables e impertinentes bajo nuestro propio ideal, dominados únicamente por el deseo inmediato de la satisfacción realizada.
... Pero no, el tiempo no perdona y tampoco olvida.
Creces, y vives subyugado a lo que otros opinen de ti, a las ideas de otros, al arbitrio unilateral de lo que un grupo de obstinados eligen creer, más a base de repeticiones que al filo de los hechos.
Y debes elegir, ¿Que hago?, ¿En quien confío?, si finalmente cual culpable, todo será usado en tu contra.
Creces, sigues, y te resulta imposible verte hoy sin pensar, ¿Hay algo malo en mí?, y recuerdas, anhelas y extrañas aquellos momentos de antaño, en que aún adolescente, empezaste a formar presencia. Pero recuerdas, ¿Fui feliz?.
Y la obvia respuesta llega a tu cabeza... No.
Recuerdas lo que es ir hacia la izquierda, cuando todos eligen derecha, recuerdas dar el primer golpe, cuando todos te dicen que pongas la otra mejilla.
Recuerdas tu impertinencia, tu obstinación, tu rebeldía y todos aquellos adjetivos que te dieron pares y maestros durante aquello iniciales años.
Rótulos, que nunca entendiste bien, que definieron a cal y canto como un mero pendejo rebelde, escoria, inadaptado y disidente.
Recuerdas, irreversiblemente aquellos contextos sociales, en que a toda edad, admirabas en otros, la banalidad situacional, que generando en otros emociones que te resultaban ajenas, solo podías ver con un poco de recelo y admiración.
Creces, absolutamente solo en este sentir, y cuando logras darle un nombre a aquello... Este mismo contexto, te cuestiona, te rechaza, y te aísla.
Ves a otros en tu mismo contexto, su extremismo e idiosincrasia, y no puedes sino cuestionarte, ¿Acaso yo soy así?.
¿Soy parte de esta misma divergencia o soy solo un sujeto tipo?
Y sigues, otro día otra sonrisa.
... Jamás entenderé al extrovertido.
Pero por siempre admiraré su facilidad de habla.