domingo, 11 de diciembre de 2016

Ojos de invierno en verano nublado

Te diviso, grácil y oscurecida por el cielo que rodea tu sombra.

Y siento varias pulsaciones ajenas, muchas más de las que una persona debería sentir...
todo transcurre, gente, momentos, humos, destilados y otros vaivenes.

Y llega la tan dilatada hora de decir adiós
más no quiero, pero siento que no debería insistir, puesto que es justamente aquel
uno de los momentos más preciados de la presente semana, en que somos, tu, yo y aquel ostentoso simbolo, los únicos presentes en ese preciado momento.

Aunque algunas palabras y situaciones reverberan en mi mente...
"Tenme paciencia"
"Hoy no"

Lo que me inquieta es el hecho de abrazarnos
e intentar ver el mismo interés que yo tengo -y te verbalizo-.

Y ver entre tus cristalinos ojos una serie de dudas que habitan mi mente cuando te pienso.
... Y no puedo. No puedo hacer más que sentarme y pensar en silencio y oscuridad.
¿Habrás entendido hacia donde apunto?
¿Serán sinceras tus palabras y tus sentires?
¿Habré sido suficientemente claro para todas aquellas emociones?
¿Serás acaso tu, quién turbe este sopor?
¿Seré yo quien quiebre un corazón no roto?

... Hay tanto que quiero preguntarte, tantas dudas que perturban la calma.
Tantas sensaciones  que me provocas,
que mentiría si dijera que impertérito permanezco
ante tanta alevosía que yo mismo me ofrezco.

Más debo continuar,
debo continuar el mismo camino de incertidumbre
que ya lleva ciertas semanas trazado.

Solo, errante y temeroso.
Que aunque se que como te dije "grandes cosas llegan a los hombres que esperan",
hasta ahora esperar no me ha servido de nada.

Espero de corazón que este quebranto no sea confundido con patetismo...
aunque doy vueltas entre las páginas de este blog,
y no puedo sino ver a un hombre temeroso, preocupado y que sin duda alguna
teme más de lo que parece.

Y aunque de aquello dependa la vida, debo seguir por que de cierta manera así es...
de esto depende la vida.

Más no confundas querida estas palabras,
cada uno de nosotros solo depende de nosotros mismos
... el problema, es que a veces no se si las conversaciones son un monólogo
o un diálogo, puesto que yo te cuento -casi- todo,
y como alguna vez escribí por este mismo medio...

Son más lo que dicen tus silencios que tus palabras,
solo que aún no desarrollo esa capacidad de leerlos.
¿Serías tan amable de a veces contármelos?

02:45 Parece que te quedaste dormida.
Que duermas bien afición mía.
Que siendo las 03:00, yo haré lo mismo,
buscando ingenuamente soñarte entre todo ese caos
que ronda mi cabeza.

---

“Where must we go, we who wander this wasteland, in search of our better selves.”

-The First History of Man
.


"¿Donde debemos ir, aquellos que navegamos este páramo, en la búsqueda de un mejor nosotros?"

-La Primera Historia del Hombre.

martes, 6 de diciembre de 2016

Inconsistencia.

Existen tres caminos...

Por un lado, permanecer errante,
entre vaivenes de un alma al que el cerebro y el corazón
le dicen argumentos totalmente contradictorios.

Por otro lado, está el permanecer inerte,
dominado por el impulso del "dejar fluir",
y que la vida tome el transcurso que deba tomar,
a partir de aquellas decisiones.

Y está también la tercera opción... hacer algo al respecto,
decir "basta, quiero ese algo más allá del horizonte",
y aunque aquel horizonte me resulte más inalcanzable
de lo que realmente aparenta estar... intentar alcanzarlo(te).

Y es que -friolento cariño- me resulta sumamente grata y esperanzadora
la idea de que al día de mañana, seas tu quien provoque el vaho de mis agitares.

Pero por otro lado me resulta sumamente hipócrita
el decirte de entre toda esa vorágine que compone mi cabeza
dos solas frases, que me parecen carcomer el alma
más de lo que aparento.

Y es que ¿Estarás preparada para algo diferente?
¿Serías tan amable de indicarme pronto?
Si
No
Tal vez
No ahora, pero a futuro, ¿quién sabe? -Y esa es buena pregunta... ¿Quién sabe?-.

Me resulta confuso, incómodo, futil y de todas maneras deleznable,
el decirte entre líneas de otros argumentos -que parecieran más importantes- que requiero con premura tu respuesta.

Y bueno... ¿luego qué?
Si tu y yo tenemos claro, que fuera de aquello que termina en diciembre.
Poco hay que nos mantenga unidos.

¿O me equivoco?
Hoy te quise tomar la mano.

00:33 Que duermas excelente :)

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Yuxtaposición.

Sin mayor añoranza...
he de labrar en el aire
cosechando en el agua solamente displicencia

... Sin más que esperar por el alba:
Entonces dijimos una vez más...
hasta mañana.

Solo son ristras de una idea de libertad...
que aunque mal conjeturada,
es por el momento lo único que tengo.


«Una salus victis nullam sperare salutem»
«La única esperanza para los vencidos, es no esperar salvación alguna»

martes, 29 de noviembre de 2016

Carcass

May your voice be my echo...
may my obstination my burden be.

Why can't I dilute you?
Why can't I keep killing myself again and again?

Is this heart broken enough?
Or are they -my boredom and neglection- anathema enough?
I'm tired of standing up when everything is broken...
Amongst me.

---

Que tu voz sea mi eco...
que mi obstinación sea mi carga

¿Por qué no te puedo diluir?
¿Por qué sigo matándome una y otra vez?

¿Este corazón está lo suficientemente roto?
¿O son-mi aburrimiento y negación-anatema suficiente?  
Estoy cansado de estar de pie cuando todo está roto...
en mi.

viernes, 25 de noviembre de 2016

jueves, 24 de noviembre de 2016

Muchas preguntas.

¿Es este soliloquio abundante anatema para tanta desidia?

Y es que por muy perdido que haya estado el día,
no puedo esperar por aquel momento
en que mis pensamientos dejen de diluir tu forma
y me vea obligado a disimular
ya que te tengo ahí...
frente a mí con tus ojos de invierno.

Aquellos ojos de invierno
que desde hace un buen tiempo me turban el sueño...
que no puedo -ni quiero- dejar de pensar.

¿Qué me ves?
¿Qué es lo que sientes?
¿Qué ocultan tus ojos, tus brazos, tu cuerpo que merece la pena no demostrarlo inmediatamente?

Mi ropa huele a tí.
Y aquel aroma... encanta.

Como tu mirada,
como tus silencios,
como tus tabacos
y como todo aquel halo de misticismo que te rodea.

¿Tienes tú acaso las mismas descabelladas ideas que rodean también mi mente?

 ¿Seré tan imbécil para plantearlas?
¿Serás tan volátil para aceptarlas?

¿Y si nos vamos de la mano -como hace un buen rato he querido- a nuestra propia utopía?
¿Y creamos en esta un templo en el que ambos podamos brindar plegaria?

Tengo tanto que hablar... que no se por donde empezar.
Y a ratos, me incomodan más tus silencios que tus palabras...
ya que tus palabras están sujetas a interpretación.

Y tus silencios... ¿estarán sujetos a los míos?

¿Podrían estarlo?

¿Y si tomas mi mano y me das a entender que hay más que interés de tu parte?


... Hoy dormiré con  la capucha puesta.
Ella aún guarda tu escencia.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Papá:

Existen ausencias que duran un día, otras que duran un año...
y algunas que duran una vida...

Y son estas últimas las que más perturban el alma.
No por no tenerte hoy en mi vida, si no porque es más bien
el "tener y haber perdido" -sin haber realmente perdido-

Y es que yo también te recuerdo con nostalgia
... esos momentos en Papallacta.
Yahuarcocha.
El Trooper beige.
Las navidades incómodas.
Las sanaciones mediante un "mantra" -o al menos eso lo consideraba-.

Extraño...
Aquellas visitas a la Mitad del Mundo, pero por sobretodo...
extraño verte, extraño a mis hermanos, y aunque hoy extraño menos a Oriana, tengo claro que mañana también me hará falta, como me haces falta tú, como me hacen falta todos aquellos de quienes provengo y que descendemos de tí.

Es por esto que hoy, tarde e impersonalmente, te doy las gracias.
Gracias por engendrarnos.
Gracias por guiarnos...
Pero sobretodo, gracias por aquellos momentos que ni la tinta más fuerte podrá reproducir jamás en la retina de cada uno de nosotros.

Te recuerdo, te recuerdo cada vez que me veo en el espejo, cada vez que me me toca ver una imagen, y me veo en Guillermo.

Me veo reflejado en tí.
Me veo enfrentado a mis miedos... aquellos que supongo tú también debiste lidiar.

¿Qué hago?
¿Soy feliz?
¿Debería mantener esto para estar en la vida de aquel niño?

Y es que la respuesta es sí.
... Y hoy, admiro tu coraje, y extraño, con el alma y corazón aquellos tiempos en que eramos más que dos.

Fuimos una gran y dispar familia.
Siempre te agradeceré todo eso.
Me enseñaste cosas que jamás podré olvidar.
Momentos que espero algún día tenga también mi hijo.

... Solo espero que cuando se tenga la oportunidad, puedan las cosas ser por aquel efímero tiempo, iguales a como lo fueron en aquel entonces.

Y poder ver en tus ojos, hacia mí...
la misma mirada que siento cuando veo a mi hijo...
tu nieto.

Aquel por el que aguanto más de lo que pienso que debería.

Te extraño, extraño Ecuador, pero por sobretodo extraño encontrarnos, tus 4 -en aquel entonces- descendientes, cada fin de semana, y jugar por un pequeño tiempo, a que eramos la familia perfecta, que nunca pude -y siento que tampoco podré- tener.

Te amo.

... Y no sabes cuánta falta me has hecho.