adquieren sentido esas lejanas palabras:
"... Cuando tengas hijos vas a entender".
Pequeños seres, buscando aquel calor que requerimos los primates.
Cohabitar en comunidad, para no sucumbir solos ante la vida.
La fortaleza está en los números,
nuestra seguridad en el Leviatán.
La integridad en la moral de cada uno, pero de nuestros afectos, esclavos somos los unos de los otros.
Mi continuidad como especie, depende únicamente de mi capacidad de prolongar la información genética presente, no de replicarla, solo reproducirla, y que en esta lucha de cromosomas gane el que pueda saber ganar.
La vida, siempre busca la forma.
Prosigue.
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