miércoles, 11 de enero de 2017

Guía para padres: Guillermo.

Hijo amado:

Mentiría si dijera que aquella semana en que estaré sin verte
no anhelaré verte dormir y entregarte a tu centro de estudios para que cumplas con tus deberes como infante.

... Omitiría verdades si dijera que no te extrañaré.

Es que eres luz y eres sombra,
eres el motivo por el que aún no tiro la toalla ante la vida...

Si. Llegamos a este mundo teóricamente solos,
y así también nos vamos, pero agradezco a la vida y a tu madre
por concederme el gusto de tenerte a mi lado.

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Te pediré un favor hijo querido:

Te ruego no ceses tu alegría,
no extingas tus anhelos,
no detengas tus ideas...

No las detengas por mí,
no las detengas por tu madre,
no por tus tías, primos, o quienes fueran...

Considera vida mía,
que el mundo es un lugar inhóspito,
pero cada uno de nosotros viene a este para hacerlo un poco mejor
en la medida que nuestras propias limitaciones nos lo permitan realizar.

Considera además mi cielo, que existen muchas personas que procuran el bien en esta y otras tierras,
pero no existe peor mal que la necesidad de hacer imperativa y forzosamente la perspectiva propia, a la opinión que pudiera tener la propia experiencia empírica que subjetiva o no, vale más por ser vista por uno mismo, que por haber venido de una fuente "confiable".

Recuerda Guillermo, que sea cual sea el camino que decidas tomar, este no estará excento de problemas y sinsabores, que nada que valga la pena es fácil, y que definitivamente existen situaciones inesperadas que generan en uno un cambio. Todo cambio empieza por razón, obstinación, decisión o trauma... como decidas tomar aquel cambio, definirá como es que eres tú como persona.

No es azar que te encuentres tú en mi vida, ¿y sabes?. Te estaré siempre agradecido.
Tú me hiciste mejor persona -más débil,- definitivamente que sí, pero mejor persona al fin y al cabo.

Espero del futuro no traspasar hacia tí aquellas falencias, frustraciones y omisiones que pudiera haber tenido en mi vida, ya que quiero que vivas en plenitud, todas aquellas cosas que tú decidas vivir.

Enamórate,
Confúndete,
Cae,
Aprende,
Destroza tu corazón,
Sobrevive la pena,
Reinvéntate,
Aprende,
Renace de entre las cenizas,
Reconócete,
Moléstate,
Aprende,
Modérate,
Defráudate,
Sincérate,
Aprende,

Aprende, pero por sobretodo... recuerda ser racional -cuán amplia pueda ser aquella palabra-.
Rodéate de quienes te hagan bien, y guíen su camino, por el camino del guerrero.
No ataques si no te provocan, más tampoco esperes a ser víctima.

Procura ser mesurado, y considera, que nada de lo que hagas importa si la persona para quien lo haces, no puede ver más allá de sus propios pies.

Y por último, sacia tus afectos, considera que no todos demostramos afectos de la misma manera, pero si te has reunido con las personas correctas en un momento específico, un abrazo y un te quiero valen más que todo el dinero que puedas dar.

Para ser feliz, solo te necesitas a ti mismo.

Te Amo.


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