Ojalá tu mundo sueñe a diario cuanto anhela mi cuerpo tu ausencia.
Es posiblemente hoy en que tú, serena, pálida, fría y tranquila, vuelvas a incinerar mis recuerdos, y vuelvas a éste cuerpo, aunque seas solo un recuerdo de afectos ya olvidados.
Y mi carne aún se pregunta... ¿Porqué no fue?
No hay comentarios:
Publicar un comentario