Curar

Creo que para aprender a querer a alguien más, debo primero aprender a quererme. 

Y aunque se me hace difícil la situación, es de conocimiento común, el saber que no me es inalterable tu presencia ni tus pequeños pasos y sonrisas.

Es que así, trivialidad mediante, no me es sempiterna ésta desazón con que enfrento los días mientras sigo buscando lo que dejé de pensar... Si, yo merezco algo más, ¿No crees que tú también?.

Mientras tanto sigamos ésta danza, irracional y enervada, que como dos lobos hambrientos hemos de buscar carne el uno en el otro mientras mi mundo se cae a pedazos.

No te preocupes más, pues no te necesito aquí conmigo para amarte.