domingo, 23 de julio de 2017

Ya no soy.

Ni el mismo, ni dichoso...
tampoco triste, pero si melancólico.

Deseando un cambio, otra sociedad y un mundo distinto, ese que alguna vez vimos cuando chicos, aquellos que tuvimos la suerte de crecer o en cuna de plata, o en un lugar no abatido por guerras, hambre, desolación, caos, vorágine ni penumbra.


... Y así, aún así no logramos ser felices.

Porque lo puedes tener todo,
pero sentirte solo.

Ahora, mañana y siempre...
Y tienes claro que la única razón -hoy- por la que sigues en pie,
el día de mañana rehuirá de tu presencia, y aquel día serás un poco más miserable.

A esas alturas ya habrá ganado tu "problema de primer mundo", y desearás que todo termine.

Y aquel día... sin importarme más nada,
he de saltar y ser libre por unos segundos.

Nunca sabremos con certeza que es lo que hay al otro lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario