sábado, 19 de noviembre de 2016

Rojo, púrpura, dorado, negro, rosado.

Largo, como temblorosas tus manos...
pareces buscar oro en donde solo hay piedras.

Letárgico.
Mi lamento.
Pretendo omitirte más de lo que debería.

Aguda, como tu cintura de avispa, pretendo observarte con ojos cristalinos...
Mientras tus amantes mujeres, combaten a hierro y espada, de entre sus propios demonios .

Admiro, admiro tu porte y estampa, y esa capacidad que tienes de aclararlo todo, de golpe y sin tapujos, que aunque algo tarde... Solo el tiempo -y cada camino- sabrán trazar sobre nosotros la ruta.



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