lunes, 6 de febrero de 2012

Para una vida mejor

Siempre he sido un soñador.
Sueño con ver un mundo donde no nos matemos por gusto. Un mundo en donde no tengamos que mentir para evitar ser discriminados, donde los países sean hermanos en vez de enemigos, donde tu territorio sea respetado por mi, así como tu respetes el mío.

... Un mundo incluyente y preocupado del más débil. En este mundo todos viviríamos para mejorar la vida emocional, afectiva y económica de todos. Una utopía sin Soma que nos convierta en seres felices, con sentimientos y preocupados el uno del otro.


El mundo es de los que hacen, no de los que sueñan.
¿Pero que son los que hicieron sino soñadores materiales?.

Materialicemos aquellos sueños de quienes creemos en una sociedad donde tu género, creencia espiritual, orientación sexual, origen étnico o color político no importen y solo importe lo que nosotros podemos proveer de nosotros mismos para hacer un pequeño metro cuadrado bueno para mi y bueno para el resto.

No olvidemos que todos somos sangre y sudor, que al mundo entramos causando dolor y nos vamos de la misma forma. Sin embargo nos olvidamos que al vivir seguimos causando dolor, pena, miseria. Debemos vivir por nosotros, pero sin olvidar que hay otro que está peor, y mientras ese posicionario débil, siga siéndolo, nuestro mundo ideal es solo nuestro.
Creo que una de las pocas formas de vivir es hacer felices, para ser felices.

Lector, te pregunto: ¿Eres buena persona?.
Tu probable respuesta será un"SI".
Mi respuesta a esa pregunta: No lo suficiente.
Ahora: Te pregunto ¿Que has hecho para ayudar al prójimo constantemente y sin un beneficio para ti?.
Ahora pregúntate... ¿Eres buena persona?.
Mi respuesta: Nadie es lo suficiente.


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