Hoy mientras hacía otras cosas, me di cuenta cuando pasaba en un auto con un pequeño perro rescatado entre mis brazos, que había alguien de negro en Príncipe de Gales. Tiendo a mirar a la gente de negro, sobretodo si son mujeres, más aún si son blancas como la leche. Debo admitir no me esperaba la sorpresa que el mundo me tenía para hoy... sabes que era yo, y yo se bien que aquella eras tu.
Fue raro, incomodo, sobrecogedor. Años llevaba sin ponerme nervioso así sin más. No hablamos, no cruzamos los ojos ni nos saludamos. Fuimos dos extraños compartiendo un momento en común.
Verte me sirvió para quitarme un pequeño peso de encima, pero quisiera sentarme a hablar contigo, hay varios temas pendientes que creo debemos hablar. Lo bebido, vivido y bailado no lo quita nada ni nadie.
Este fue un día en extremo ocupado... pero mañana lo será aún más.
... creo que después de todo si tu vives por ahí yo debería cambiarme hacia otro barrio, después de todo. Hogar nuevo. ¿Vida nueva?. ¿Nuevos aires?... nueva gente, supongo.
Al final todo fue.
Incomodo.
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