lunes, 24 de octubre de 2016

Cafetería. Dos personas. Un saludo. Te pensé.

Suena: Emilie Autumn - Marry Me.

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Fui.
Fui hombro, fui sombra, fui voz y también fui voto.

Pero nunca pude...
No.

Nunca pude ser ajeno a tus encantos...

Tal vez fue la forma en que tu extenso pelo llega a tus prominentes caderas.
Quizás fue la manera prolongada que tienes de tomar aquel trago de licor...
O puede que haya sido el hecho de verte siempre, por los pasillos de la universidad.


La verdad desconozco el motivo de mis actitudes, emociones y omisiones.

Pero para serte sincero...
No me moví por miedo.

No fue el miedo de verte -a priori-, por años, qué como te mencioné me resulta irrelevante -aunque aquello no te lo dije-, fue el miedo a ser aquel que rompiera algo que nunca ha sido roto.

Fue el miedo a romper tu corazón.
El miedo a verte vulnerable, frágil y errante, entre mis sábanas, mis brazos y mis afectos.

La verdad que sí... a ratos te pienso, y cuando te veo no puedo evitar añorar las remembranzas de lo que "pudo haber sido".

Pero la realidad es otra.
Y en esta realidad mi corazón ya tiene dueño.
Y bueno... es pequeño como solo él podría serlo -a pesar de su gran estatura-.

La realidad... es que soy feliz.
Tengo una novia hermosa, un hijo que además es fruto de esta hermosa novia.
Un trabajo estable.
Un trabajo que me gusta.
Que me desafía.
Que obliga a mantenerme vigente.

Y aunque el paso del tiempo aunque no causa estragos, se nota.
Así como noto incomodidad y displicencia en mi presencia ante tu persona.

Y bueno...
Debo seguir.

Que el mundo es de aquellos que obran.
De aquellos que se mueven.

Y ningún castillo se hizo sin romperse algunos huesos.
Ningún viaje empezó sin caminar.
Así como ninguna felicidad se realizar de manera utópica.

Me imagino que en el futuro tendré algo que me recuerde a tí.
Y a esa gran batalla que has generado en mí.

Aunque de todo esto saco algo bueno, la verdad es que no me eres indiferente.
Pero siendo franco, tengo claro que la vida es una eterna pugna entre el "ego" bueno y el "ego" inconforme.

Mal que mal en nuestros cuerpos existe una batalla que todos debemos librar.
... Yo  la libro cuando te veo.

Pero bueno.
Pasará...

Como pasan los momentos, las personas y las situaciones.

Solo desearte una buena vida.
Y que busques lo que tanto añoras.
Aunque la verdad... no te conozco del todo bien.

Sé que lo que callas es mucho más trascendente que lo que dices.
Y ya no me es imprescindible que aquello que callas me lo digas a mí.


Te quiero.
... Pero no de la forma en que alguna vez quise quererte.


Aunque admito que en mis sueños, en mis anhelos y entre mis miedos siempre estará aquella visita a aquel local nocturno... el posterior dormir en esos lugares que desconoces y que parezco conocer tan bien... y aquel deseo que tuve tengo, de verte dormir a mi lado.
Y abrazarte... Besar tus hombros, tu cuello...
Cerrando los ojos y que sea lo que tenga que ser.
Aunque ahora -y me parece que a futuro- no seremos nada.

Adiós.

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Te pensé, te vi, te contuve
... y fui tu anatema cuando tu voz, trémula rogaba clemencia.
Y hoy...
Hoy soy nada.