sábado, 7 de diciembre de 2013



Es increíble cuanto me cambiaste la vida, me obligaste a crecer cuando aún no tenía ganas, por eso y por emocionarme con una sola sonrisa...

Guillermo pequeño.
Te Amo, a ti y a tu mamá hermosa :)

domingo, 28 de abril de 2013

Para Jorge Alberto:

¿Sabes?... Te diré algo que me he guardado por ya bastante tiempo, dicen que no es bueno guardarse las cosas y posterior a este mensaje, veré si es cierto aquel asunto.

Cuando Guillermo nació, yo estaba feliz, muy contento, dichoso, como me imagino habrás sentido tú, con cada uno de los que somos "tus hijos". Pequeños, frágiles y solos, así llegamos a este mundo, sin nadie que nos cobije, ahí es donde entran nuestros padres, aquellos que nos concibieron, y que finalmente son los encargados de aquel bienestar que aquel recién nacido no puede darse solo. Sucede con los animales, y como tales no podemos sentirnos ajenos a ello.

Luego son los mismos padres quienes se encargan de nuestra crianza, de darnos valores, forjarnos el sentido de la moral, lo que se llama "bueno" y lo que se dice "malo". Nos entrenan para la vida, y si bien de esa etapa no fuiste personaje primario, tampoco estuviste ausente, y es que debo admitir que durante el tiempo en Ecuador, mi hermana y yo fuimos bastante complementados en lo que es la pluralidad y el cuidado y conciencia hacia el medio ambiente, por eso te estoy agradecido y no tengo mayores reparos en admitirlo.

Luego pasó el tiempo, hablábamos cada vez menos, y yo buscando dentro de mi si era "más Utreras o más Aleuy", tu con tus problemas y yo con los míos, (aún había cariño supongo), pero de tratos padre-hijo ninguno. Te convertiste así finalmente en una especie de "amigo", ya que reemplacé tu ausencia con mi abuelo Ramón, es él a quién me refiero como "viejo", apelativo cariñoso para referirme a quién más veces que pocas, ha sido un tutor, protector y guía.

Así finalmente, y "a medio morir saltando", llegamos al posterior año, 2012 de nuestro calendario occidental, año en el que yo sabía cambiaría mi vida, me volvería padre, yo lo sabía, lo sabía mi hermana, mis mejores amigos, finalmente mi familia materna, y tu y aquellos del lado paterno, finalmente se enteraban como cualquier persona que me conociera hace un par de días. No tenía ganas de enfrentarlos ya que quería saber primero si tenía el apoyo de quienes son mi círculo cercano (primero familiar y luego social).

Siguió el tiempo su paso, ya se sabe que soy padre, y admito esperaba un gesto de empatía de tu parte... una carta escrita a puño y letra. Un saludo en video a la distancia... tal vez una sola y simple llamada... y la esperé. Esperé durante horas por tu llamada, aquella que a Jacqueline dijiste harías... esperé oír tu voz al otro lado del auricular, y creer dentro de mí "si, él llamará, es su primer nieto... va a llamar". Esperé días, igual que cuando nací... frágil, necesitando al otro lado una persona que no fuera quienes veía día a día, pero que le tuviera confianza, cariño... alguien que me importara.

Guillermo estuvo en la Unidad de Tratamientos Intensivos durante siete días y en riesgo vital, luego en la Unidad de Cuidados Intensivos por otros siete días más, y finalmente cinco días en neonatología, lloré varios de esos días, sin decirle nada a nadie. Pasaron diecinueve días desde que nació Guillermo Ramón Utreras Cortés, y durante aquel tiempo, siempre me dije, "todo va a estar bien" y creí que tu voz iba a estar ahí para confirmarmelo, creía en ti, en tus palabras, quería creer en ti... lo necesitaba, pero "nada nuevo bajo el sol", tu no estabas ahí.

Y si, tal vez es muy dura la forma que elijo para decirte esto, pero creo que si te lo mando como mensaje solo le facilito las cosas a quién ya la ha tenido fácil con mi hermana y conmigo. Solo queda decirte que espero que estés bien, que estén todos bien cerca tuyo, que tengan una vida hermosa y llena de gustos, que hoy, yo la tengo, soy feliz, me faltan un montón de cosas, pero nací sin ellas y podré irme de esta tierra de la misma forma... solo quiero que consideres, que si sigues faltando como lo has hecho hasta ahora, el día en que mi abuelo Ramón deje de existir, aquel que considero como padre, dejará de haber existido.

Espero estas palabras te lleguen, porque es obvio que la ausencia no.

martes, 26 de marzo de 2013

Guillermo

Frágil, vulnerable, tímido y algo errante.
Jamás pensé que habría de comportarme como un desvariante ante ti.
Aunque claro... tampoco sabía que tu llegarías tan pronto.

Y es que son tus manos, tu carita, tu pequeña y hermosa pequeñez todo un mundo nuevo para mi.
Jamás pensé que esto pasaría tan pronto, pero hoy, agradezco que así sea.

Gracias por llegar a nuestra vida.
Tu mami y yo no podríamos ser más felices.

Te amo, los amo.
Es tan bello esto de ser padre
Casi tan hermoso como verte dormir plácidamente.