viernes, 2 de marzo de 2012

El último vuelo del pichón

Te tuve por poco tiempo, unas pocas y efímeras horas, pero fue intenso el amor que te tuve, intenso como las lagrimas que hoy derramé al llorar tu partida.

Te faltaron oportunidades, injusticias de la vida.
Cariño y devoción no te faltó, tus padres lo intentaron... yo lo intenté, el problema es que no lo intentamos lo suficiente.

Espero descanses en paz mi pequeño fénix, no pudiste alzar vuelo y de entre el fuego tu alma sucumbió.
Lo intenté, y entre lagrimas te pido perdón. Lo intenté. Pude haberlo intentado más.

Te amo pequeño, confío en que estás en un lugar mejor.
Si la partida de un ser vivo me afecta, la de un ave afecta aún más.

Libertad.
Libertad.
Libertad.

Espero ahora la tengas, y seas libre junto al viento. Feliz, pleno. Junto a tus hermanos y seres queridos.
Me rehúso a creer que en un lugar mejor tu no estás, y que de ser así no te pueda llegar a ver.
Creer. Solo queda confiar y creer.

Adiós querido, algún día nos veremos.
Y hasta que eso pase, te extrañaré. Dale cariños a aquellos que partieron.
Que de partir hemos todos y tu lo hiciste antes de tiempo.